
Un año más los jóvenes de la Asociación Juvenil Fontígola nos sorprendieron y nos aterraron con su tradicional pasaje del terror que este año ya ha superado su onceava edición.
Un equipo formado por más de 40 personas, entre actores, maquilladores y equipo técnico de luces y sonido, se encargaron de transformar durante dos noches las instalaciones del auditorio municipal en una auténtica prisión dónde lo que parecía una visita normal se iba a transformar en un tenso motín.
Saltando por encima de los tradicionales pasajes del terror, este año hicieron una apuesta arriesgada a la tensión y al estrés creados por presos muy vivos que pretendían relevarse contra sus opresores. Como recordaba el actual presidente de esta asociación “a veces hay que temer más a los vivos que a los muertos”.
Agradecer un año más a estos chicos y chicas su esfuerzo y dedicación para hacernos pasar un rato divertido a la vez que terrorífico y esperamos que el año que viene nos sorprendan de nuevo.